El 21 de agosto de 2020, el Juez Carlos Irías de León, recién incorporado al proceso, decidió expulsar a las hijas e hijo de Berta Cáceres, quienes participarían en la audiencia contra David Castillo, implicado en el asesinato de Berta Cáceres. Además, canceló la transmisión en vivo que se haría a través de la página del Poder Judicial de Honduras.
Irías de León tomó esta decisión arbitraria a raíz de una solicitud realizada por la defensa de David Castillo, a pesar de que esta interfiere con la transparencia del proceso y con el derecho de las hijas e hijo de Berta a estar presentes en la audiencia.
Castillo es ex-gerente de la empresa DESA y ha sido acusado de ser el vínculo entre los autores intelectuales y la estructura sicarial responsable del asesinato de la defensora.
Berta fue asesinada el 3 de marzo del 2016 en La Esperanza, Honduras. Ella llevaba más de 20 años defendiendo el territorio, los bienes comunes y derechos humanos del pueblo Lenca. Además de co-fundar el Consejo Cívico de Organizaciones Indígenas Populares (COPINH), luchó junto con otras personas defensoras para detener empresas y multinacionales que intentaban destruir el medio ambiente y los medios de vida de las comunidades indígenas de su país.
En 2016, DESA, en alianza con otras empresas, construían la hidroeléctrica “Agua Zarca” en el territorio indígena Lenca, destruyendo recursos hídricos, ambientales y expulsando a comunidades enteras. Después de años de lucha del pueblo Lenca en contra del megaproyecto, hombres armados asesinaron a la defensora. Años después, se probó en tribunales la vinculación de estas personas con DESA y sus socios.
Desde la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos de Honduras y la Iniciativa Mesoamericana de Defensoras, demandamos al Estado hondureño:
Pedimos urgentemente a la comunidad internacional, las organizaciones defensoras de derechos y los movimientos sociales, se unan a nuestra vigilancia y exigencia de: